sábado, 28 de julio de 2012

"Ni yo tan princesa ni tu tan hijo de puta"

Lo que teníamos era algo "sin compromiso de permanencia". Ese contrato estaba bien hasta que entraban en juego los sentimientos y con ellos los celos. Pero esos contratos no duran para siempre, como todo en la vida tiene su final. Un final que no fue como esperábamos. Dicen que si las cosas no tienen un final feliz es que no han terminado. En este caso lo dudo pero ojala esta vez tengan razón las personas positivas.

Y sobre todo recuerda, "cuanto peor te trate más te estaré queriendo"